José Andrés ser humano excepcional, generoso, compasivo y cocinero

 

José Ramón Andrés Puerta nació en Mieres (Asturias) en 1969. Tuvo clara su pasión por los fogones desde temprana edad. A los 15 años ingresó en la Escuela de Restauración y Hostelería, compaginando sus estudios con el de aprendiz en El Bulli de Ferran Adrià.

Tras su paso por El Bulli, cruzó el Atlántico para empezar desde cero, con 21 años y tan sólo cuarenta dólares en el bolsillo. Desembarcó en Nueva York en 1991, recién finalizado el servicio militar que realizó a bordo del buque-escuela Juan Sebastián Elcano. 

Empezó formando parte de El Dorado Petit, un restaurante que el fallecido empresario catalán Lluís Cruañas abrió en pleno Manhattan. A los dos años viajó a Washington para unirse a Row Wilder y Roberto Álvarez y dirigir los fogones de Jaleo, con el concepto culinario del típico bar de tapas de España, el local desde el que conquistaría Estados Unidos.

José Andrés encarna la imagen luminosa del emigrante que hace realidad el sueño americano y no olvida sus raíces, ni sus inquietudes sociales. Hoy cuenta en torno a 30 restaurantes con distintos conceptos culinarios y modelos de negocio pertenecientes al grupo que se reparten por Washington D.C., Miami, Puerto Rico, Las Vegas, Los Ángeles, o en Ciudad de México. España, por ahora, lo tiene descartado. Prefiere conservarlo como país de vacaciones. 

Pese a compartir desde el año 2013 la nacionalidad española con la estadounidense, José Andrés se ha erigido siempre como embajador de la cocina y la marca España.

En el 2012 entró en el ranking, que concede anualmente la revista norteamericana Time, de las 100 personas más influyentes del mundo. La publicación  tilda al español de ser un icono culinario, conocido por su labor innovadora y refinada. Pero, al margen de su habilidad en los fogones, añade otros valores: Es un ser humano excepcional, generoso y compasivo. Se refieren con ello a su labor humanitaria en Haití y Puerto Rico, al proporcionar comidas a personas en situaciones desesperadas, no solo contra el hambre, sino que también ofrece una poderosa sensación de esperanza para el futuro.

Las imágenes de José Andrés y su equipo preparando enormes bandejas de comida y repartiendo, entre lágrimas, platos a destajo en Puerto Rico dieron la vuelta al mundo. Llegaron a servir tres millones y medio de platos de comida entre los más necesitados.

Según sus propias declaraciones: “Cuando eres cocinero y en tus manos tienes el poder de alimentar, hay que utilizarlo tanto para ofrecer tu mejor obra a un precio alto a la gente que se lo puede permitir como a uno asequible. Esas mismas manos tienen el poder de contribuir de distintas formas a que quien no tiene nada pueda comer. No podemos seguir hablando de alta cocina sin ser una voz importante en la lucha contra el hambre y las desigualdades.”

Trascendió su enfrentamiento con Donald Trump cuando éste aún era candidato a ocupar la Casa Blanca. Después de que éste tachara a los mexicanos de violadores y delincuentes de manera insistente en primavera de 2015, José Andrés canceló el acuerdo de abrir un restaurante en el International Trump Hotel de Washington. A las dos semanas de romper relaciones, el magnate norteamericano demandó al asturiano reclamándole 10 millones de dólares en concepto de daños y pérdidas. En primavera de 2017, dos años después de empezar a verse las caras en los tribunales, ambos llegaron a un acuerdo.

En la actualidad y para afrontar la crisis por el avance del coronavirus en Estados Unidos, ha cerrado sus restaurantes en el área de Washington DC y ha convertido cinco de ellos en comedores comunitarios, donde ofrece almuerzos para llevar a aquellos que necesitan una comida según ha explicado José Andrés en un mensaje en su cuenta de Twitter.

La revista «Time» de abril, anuncia en su portada un especial llamado «Separados pero no solos» que se centra en los esfuerzos de diferentes figuras por encontrar un propósito común para hacer frente a la amenaza compartida del Covid-19: en el caso del popular cocinero, a través de su proyecto humanitario World Central Kitchen, que tiene como objetivo alimentar a la gente en tiempo de crisis. A principios de este mes el chef ha viajado a Oakland (California) para suministrar comidas a los pasajeros del crucero en cuarentena Grand Princess y ha vuelto a cargar contra el presidente Donald Trump por estar más preocupado por el hecho de que Wall Street se hunda que por el virus en sí.

Copiamos aquí uno de sus últimos mensajes en Twitter: España, mi país, mi familia... está sufriendo... por ello @WCKitchen se ha puesto en marcha para repartir miles de comidas a familias! Pero acabamos de empezar... estamos trabajando para llegar a hospitales, personas mayores y más... #ChefsForSpain

Desde el “balcón” de Revistarecetas.com  dedicamos un fuerte y merecido aplauso a este  gran cocinero y aún más gran persona.

Grande, muy grande, José Andrés!


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