Este crustáceo que vive en las costas rocosas de las aguas templadas de todo el mundo, pertenece a la familia de los cangrejos de cola larga y su forma recuerda al bogavante. Su cuerpo es alargado, con cinco pares de patas, dos antenas centrales cortas y otras dos laterales largas. Se desarrollan con mucha lentitud, no llegando a la madurez hasta los seis años. Su carne se encuentra sobre todo en la cola y es de una textura y sabor inconfundible. En su punto de cocción es un marisco exquisito aunque su carne tienda a ser seca y áspera si se compara con la gamba o el centollo. Las hembras son las preferidas a la hora de cocinar.

Para comprobar su estado de frescura se observará que la cola ha de estar siempre doblada hacia dentro y al sujetarla en alto debe moverla con brío. Si emite un chirrido estridente denotara una máxima frescura. Ha de manipularse con cuidado pues, los segmentos que cubren la cola son muy espinosos y pueden causar heridas al manejarlos, lo que también sucede con las cigalas.

En el mercado puede encontrarse viva, cocida o congelada, entera o adquirir solo la cola. La langosta se cuece viva y bien sujeta, para ello se le dobla la cola y se ata bien fuerte, dando varias vueltas con una cuerda. Algunas preparaciones requieren que se corte la langosta cuando aun esta viva, este corte requiere pericia y utensilios adecuados.

En general, para cocer una langosta de un kilo se ponen cuatro litros de agua con tres cucharadas y media de vinagre, sal, una ramita de perejil y una hoja de laurel, estas cantidades variaran en función del peso de la langosta.

Cuando el agua este hirviendo se introduce la langosta tapando la cazuela rápidamente para no perder el calor. A partir de ese momento se cuentan 20 minutos si la langosta es de kilo, y media hora si fuera de dos kilos, pasado este tiempo se apartara del fuego y se dejara enfriar en el mismo caldo de la cocción.

A continuación os ofrecemos una serie de recetas, donde este crustáceo tan exquisito es el protagonista., como la langosta a la americana, la langosta al archiduque o la caldereta de langosta.