La naturaleza es sabia, cuando el invierno nos afecta con sus fríos y sus días más cortos, nos ofrece productos que palian los cambios que nuestro cuerpo sufre en esta estación. Todos sabemos que si no estamos preparados, el invierno nos pasará factura. 

En estos meses de invierno, las dolencias respiratorias, catarros, bronquitis, gripes y afecciones del aparato respiratorio son muy comunes. Los productos de esta estación (apio, alcachofa, espinacas, coliflor, endivias, escarola, cebolla) son aliados inmejorables para paliar estos males.

La ingesta de las esencias que desprenden las hortalizas aliáceas (cebolla, ajo), ayudan a eliminar la mucosidad e incluso puede aliviar la tos. Los compuestos azufrados que forman el aceite esencial de estos alimentos, actúan beneficiosamente en nuestros pulmones. Esos compuestos azufrados ejercen una acción antiespasmódica, mucolítica (facilitan la eliminación de la mucosidad). Por tanto, las afecciones de las vías respiratorias (sinusitis, bronquitis, neumonía) mejoran con el consumo de estos alimentos.

Otros, por su contenido en vitamina C, nos previenen de las molestas infecciones. Una de las verduras con mayor contenido en esta vitamina es la col.

También sufre en esta estación nuestra piel y mucosas de los bronquios por lo que espinacas, grelos, acelgas y zanahorias por medio del betacaroteno, nos ayudan a mantenernos en forma. Igualmente, se consideran fuente importante de antioxidantes naturales: antocianinas (color morado), betacarotenos (color amarillo-anaranjado-rojizo, enmascarado por la clorofila) y compuestos sulfurosos.

Si a esto unimos que son los productos más abundantes y por lo tanto los más baratos y asequibles y que sus cualidades culinarias son extraordinarias, podemos agradecer a la Madre Naturaleza que nos proporcione productos con los que se elaboran recetas tan ricas y tan saludables para pasar el frío y gris invierno, deleitándonos con estos manjares.